Menos naftas y más impuestos: la ecuación fatal para estacioneros de Neuquén
Las ventas de naftas cayeron en el país. Los intendentes tienen que sostener el trasporte para evitar la suba del boleto. ¿Quién paga los platos rotos?
Desde que “falta plata” en la era de Javier Milei, pareciera que el estado no puede quedar bien con todos. El caso de los estacioneros en Neuquén y el debate sobre el impuesto a las naftas es un ejemplo de ello. La mayoría está en contra de esa tasa, pero tienen que cuidar las formas.
Pronto el combustible será más caro en al menos tres ciudades del Alto Valle: Neuquén capital, Cipolletti y Plottier, que es un anillo vial circulatorio de una gran cantidad de vehículos.
Los intendentes se han puesto de acuerdo para implementar un 4,5% de impuestos al valor neto de las naftas para costear la suba del boleto de colectivo, hoy el más caro del país en el Alto Valle.
Ninguno tiene que sacar los pies del plato, más allá de los partidos políticos, porque un desajuste en esa tasa provocaría un aluvión de vehículos para cargar nafta en las ciudades más baratas.
A los estacioneros la noticia no les cayó en gracia, porque cada vez se vende menos combustible en el país. En enero hubo una caída del 6,9% en la nafta y de 5,7% en el gasoil. Cada vez hay más impuestos y se vende menos combustible, una combinación fatal en Neuquén.
El 2% para los estacioneros
Las estaciones de servicio recibirán el 2% de las ventas, pero ese porcentaje, estiman, podría diluirse si los precios siguen el ritmo alcista con las ventas bajas. Implica que de 1 millón de pesos en ventas, el estacionero puede recibir alrededor de 20.000 pesos.
En el medio hay algunas complicaciones: una mayoría de los clientes no paga con dinero en efectivo (hoy llenar un tanque para un auto cuesta alrededor de 40 mil pesos), sino que lo hace a través de tarjetas de débito y crédito. Ese retrasa algunos días las trasferencias de esa «tasa vial», porque el dinero no está disponible de manera inmediata.
Además, ante el clima de ajuste de cada cliente, la nafta común está desplazando a la premium en las ventas y generando una escasez en ese segmento. Es habitual entonces escuchar que en algunas estaciones de servicio sólo se vende combustible premium, y con un recargo en las tarjetas de crédito. Otro motivo más para deambular por las estaciones y buscar precios.
Naftas: ¿seguirá aumentando?
En marzo se aplicó el segundo tramo de cuatro de actualización gradual de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC) sobre las naftas y el gasoil. Es el traslado de cargos pendientes desde el tercer trimestre de 2021 hasta el mismo período de 2023.
El reajuste impacta en el precio en un 4,4%, por lo que el resto del aumento corresponde al aumento de los biocombustibles, la variación dólar y el precio internacional del petróleo. En total la suba fue de 7,5% promedio.
La corrección de ese impuesto se completará el 1 de abril y el 1 de mayo, para luego en junio volver a actualizarse de acuerdo a la inflación que establece el Indec, en el primer trimestre de 2024. ¿Todavía hay margen para más aumentos? Al parecer, sí.
Por Adriano Calalesina
La mañana en Neuquén