Petróleo y Gas

Especialistas analizan si es Bolivia una opción segura para llevar el gas de Vaca Muerta a Brasil

Los especialistas coinciden que los ductos bolivianos son una alternativa para el shale gas abastezca a Brasil, pero hay dudas en las cuestiones geopolíticas.

Si bien el debate por dónde se instalará la planta de GNL (gas natural licuado) copó las discusiones de la industria energética, hay otro proyecto en tratativas que mantiene a la región en vilo: qué camino se elegirá para que el gas de Vaca Muerta llegue a Brasil.

El declino de la producción de Bolivia sumado a la infraestructura existente y la conectividad con Brasil convierten al país andino en una alternativa para que las moléculas producidas en la Cuenca Neuquina abastezcan a los complejos industriales del gigante latinoamericano.

Bajo este panorama, los contactos entre las empresas productoras en Argentina y el sector demandante en Brasil comenzaron a ser más fluidos en los últimos meses. Asimismo, el país andino lleva adelante una serie de cambios en regulaciones y tarifas para poner a disposición su infraestructura.

Entonces, ¿Cuál es el riesgo? ¿Dónde está puesto el “pero”? Las dudas sobre la triangulación del shale gas se posicionan en un intento de monopolizar el mercado por parte de las empresas estatales (YPF, YPFB y Petrobras) y el cambio de reglas que se pueda producir en Bolivia.

A esto se le puede sumar un antecedente sumamente negativo como lo es la guerra entre Ucrania y Rusia. El país de Vladimir Putin abastecía a Europa vía gasoductos que pasan por Ucrania. El conflicto bélico obligó a que el viejo continente volviera a consumir carbón, incrementar su demanda de GNL y acelerar proyectos de exploración offshore.

Bolivia puede ser la ruta de exportación del shale gas.

Una opción subóptima

Gerardo Rabinovich, vicepresidente del IAE “General Mosconi” consideró que la triangulación del gas de Vaca Muerta es una solución subóptima porque, al involucrar un tercer territorio, la operación está sujeta a las normas de ese país.

“No sabemos si Bolivia va a cobrar un peaje y qué peaje va a cobrar por ese gas. Tampoco sabemos cómo pretende hacer la operación Bolivia ¿YPFB va a comprar el gas y lo va a vender al cliente brasilero? Es una operación técnicamente posible, pero geopolítica y comercialmente complicada”, consideró.

“Las experiencias de tránsito de gas natural a través de terceros en el mundo no son muy alentadoras, sobre todo en contratos de largo plazo. El ejemplo más actual es el gas ruso que circulaba por Ucrania para llegar a Europa”, agregó.


“No se puede desperdiciar esta oportunidad”

Álvaro Ríos Roca, socio director de Gas Energy Latín América, consideró que si las mezquindades políticas hacen que se pierda la posibilidad de que el gas de Vaca Muerta llegue a Brasil significa que “los latinoamericanos somos inoperantes”.

Para el especialista, Bolivia será clave para que la formación no convencional abastezca a los complejos industriales brasileños. Sin embargo, puso reparos en el rol que pueda jugar la dirigencia política y las empresas estatales.

“Voy a hablar prácticamente de Petrobras, que no trate de monopolizar el negocio. Voy a hablar de YPF, que sea un jugador más en la cadena, pero que no monopolicen el negocio, porque lo único que hace competitiva a la industria es la competencia”, afirmó.

“Bolivia tiene los ductos vacíos y Brasil tiene la demanda, pero la demanda no la tiene el gobierno brasilero. La infraestructura no la tiene el gobierno boliviano y la producción no la tiene el gobierno argentino”, destacó.

El exministro de Hidrocarburos de Bolivia ponderó que están todas las condiciones dadas para que los envíos de gas desde la Cuenca Neuquina vayan avanzando en un proceso gradual de volúmenes: primero interrumpibles, luego firmes de corto plazo y finalizar con contratos firmes de mediano y largo plazo.

Hagamos de esto una verdadera integración regional que funcione de la mano del sector privado, no de la mano del Estado”, aseguró.


El rol de YPFB

El paso de las moléculas por la infraestructura boliviana obliga a pensar en las condiciones que pondrá YPFB. La compañía de bandera del país andino monopoliza el transporte, la importación y exportación de gas natural, por lo que no será un actor pasivo en la triangulación entre Argentina, Bolivia y Brasil.

Ríos Roca destacó que el esquema ideal es que “el mejor productor argentino le venda al usuario que quiere comprar un gas natural competitivo. Y que sean varios productores y varios usuarios que usen la infraestructura de Bolivia”.

Sin embargo, Rabinovich aseveró que el mayor riesgo del proyecto está en lo que hará o pedirá YPFB. “Es un hecho cierto. YPFB tiene el monopolio y es el dueño del gasoducto, que va desde nuestra frontera hasta el punto de inyección al gasoducto Bolivia-Brasil, y es el dueño de la mitad del gasoducto que va a Brasil”, describió.

“Es un hecho cierto que el Estado boliviano tiene una palabra importante en ese proyecto y fijará condiciones”, evaluó.

“Yo diría que en principio estamos sujetos a lo que decida este gobierno boliviano. El riesgo político existe. Una vez establecidos los contratos normalmente se respetan y si no se denuncian, pero no es lo que uno quisiera en un negocio de este tipo”, advirtió el vicepresidente del IAE “General Mosconi”.

Brasil quiere el gas de Vaca Muerta, pero hay que ver qué condiciones pone Bolivia.


Alternativas a Bolivia

Paraguay se mostró interesado en ser una alternativa para que el shale gas llegue a Brasil. El socio director de Gas Energy Latín América consideró que es una opción si Bolivia no pone reglas y tarifas en consonancia a lo que pide la industria. “Tiene que haber señales a largo plazo para el transporte de gas”, aseguró.

“Creo que uno no se puede cerrar a una sola alternativa. Pero veo con bastante positivismo que Bolivia esté haciendo su tarea: ya está tramitando algunas tarifas de gas y tenemos normas de libre acceso. Bolivia está avanzando por el camino correcto”, subrayó Ríos Roca.

“Lo único que tiene que hacer es rescatar y ser un transportador de gas que genere ingresos y que no trabe la llevada competitiva de gas argentino a los industriales brasileños. Hay que trabajar. Creo que hay un espacio enorme para dejar de importar GNL en Brasil y avanzar hacia la descarbonización del planeta”, manifestó.

En tanto, Rabinoch destacó que la mejor manera de llevar el gas de Vaca Muerta a Brasil es sin intermediarios. “Creo que la mejor opción es la que conecta directamente nuestra frontera con el sur de Brasil. Nuestro sistema tiene infraestructura que cruza el Paraná, a la altura de Aldea Brasilera, y llega hasta el Paso de los Libres – Uruguayana”, aseguró.

“Hay infraestructura a construir, pero atada a un negocio o un contrato de largo plazo de abastecimiento de gas de Vaca Muerta al cliente brasilero se podría analizar y factibilizar. Me parece que esa es la ruta óptima para llegar a Bolivia”, consideró.

Esta opción no es nueva. En los años 80 ya se hablaba de llevar el gas neuquino a Porto Alegre. En ese momento era la producción de Loma La Lata, hoy es la de Vaca Muerta. El contexto energético implica que el proyecto se concrete. Solo falta definir cuál será la vía que transportará el shale gas.

Por Antonio Ojeda

La mañana en Neuquén

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