El primer semestre del 2024 cerró con un superávit comercial energético de 2.758 millones
Luego de muchos años de déficit, el boom de Vaca Muerta logró revertir la balanza sectorial. Un superávit impulsado por el shale oil.
Finalmente llegó el año en que el desarrollo de Vaca Muerta se ve plasmado en un ingreso neto de dólares. Luego de casi dos décadas de balanza comercial energética negativa, salvo excepciones aisladas, el primer semestre del 2024 cerró con un superávit de 2.758 millones y se encamina a incrementarlo todavía más en lo que resta del año.
El dato surge por un incremento del 26,8% en las exportaciones que llegaron a 4.818 millones de dólares y un desplome del 55,1% en las importaciones que se acotaron a 2.060 millones.
La explicación del superávit
El petróleo crudo fue el producto estrella de exportación con 2.534 millones y un crecimiento del 60,2%, lo que lo ubicó en el podio general detrás de la harina de soja y el maíz. En tanto, el gas natural acumuló 408 millones, lo que representó un descenso del 22,1% respecto al 2023.
En cuanto a las compras externas, se destaca el caso del gasoil, segundo producto más importado de toda la economía argentina con 612 millones de dólares. Aún así, se registró una notable mejora en relación al año pasado al contraerse en un 56%.
La importación de gas también tuvo un papel importante con 358 millones de dólares aunque, en este caso, la caída fue de apenas el 15,3%. Ya en el GNL (gas natural licuado) se vio la contracción más grande (-74%) al reducirse a sólo 275 millones. En parte, esto refleja lo cortas que se quedaron esas compras en el mes de mayo donde hubo graves faltantes.
El salto de julio
Si se cuenta solamente el mes de junio, un periodo que históricamente registra números muy negativos por las compras invernales, el déficit fue de 132 millones de dólares, un número muy bajo comparado con años anteriores.
Esto se dio, por un lado, por el aumento de exportaciones del 24% comandado por el petróleo crudo (48,9%). En el otro extremo, se justifica por la menor compra de GNL (-67%), fuel oil (-49%) y gas natural (-35%). Curiosamente, las importaciones de gasoil más que se duplicaron (108%) por la decisión del Gobierno de utilizar este combustible para abastecer a las centrales térmicas y no el GNL.
Hacia la segunda mitad del año, la consultora ABECEB proyecta “que la tendencia creciente de las exportaciones en cantidades se mantenga, aunque principalmente impulsada por los sectores agroexportador y petrolero”.
“Pese a esto, la estacionalidad desfavorable en la segunda mitad del año implicará superávit comercial decreciente”, agregan y estiman un superávit de toda la economía en 18.000 millones para todo el 2024, en contraste con el déficit de USD 6.926 millones de 2023.
La mañana en Neuquén