El aumento en el GNC genera incertidumbre en las conversiones
La suba del casi un 28% en los últimos días sembró dudas en los instaladores de equipos. El gas está 41,48% más barato que la nafta.
Pese a que el precio del GNC sigue siendo un 41,48 por ciento más barato que la nafta, los últimos aumentos del gas natural comprimido (GNC) sembraron incertidumbre entre los instaladores de equipos.
No sólo eso. En abril, el número de vehículos convertidos a GNC cayó un 13 por ciento con respecto a un marzo que había sido “de lo mejor en los últimos seis años”, según fuentes del sector.
“El aumento del último fin de semana, que encima se hizo un sábado y prácticamente no se comunicó, tira para abajo nuestras expectativas. Es simple: sube el precio del GNC y baja el número de conversiones. En los últimos días, por los aumentos, no me entraron ni cinco consultas”, advirtió el presidente de la Cámara de Instaladores de Equipos de GNC, Marcelo Zanoni.
EL GAS POR LAS NUBES
El sábado pasado el precio del GNC registró la segunda suba en una semana y trepó a 55 pesos el metro cúbico (58 pesos en el interior y dependiendo de cada estación). Es decir, en 10 días aumentó un 28 por ciento aproximadamente.
Vale apuntar que en todo 2020, según las estadísticas del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), este combustible subió un 21 por ciento, bastante menos que la inflación. Sin embargo, todo lo que no aumentó en el primer año de la pandemia, lo subió en 2021: el metro cúbico pasó de costar 34 pesos, a los 55 actuales, es decir, casi 60 por ciento más.
En cuanto a la cantidad de conversiones, la caída de abril no sólo opacó los muy buenos números de marzo de este año. Con respecto al mismo mes, pero de 2019 (no contamos 2020 por la recesión producto de la pandemia), las conversiones cayeron casi un 9 por ciento.
PANORAMA OSCURO
Si bien el GNC sigue siendo casi un 50 por ciento más económico que la nafta, no hay buenas expectativas con respecto al panorama futuro.
En cuanto a la instalación del “tubo amarillo”, el costo de un kit standard de un equipo italiano aumentó un 20 por ciento en lo que va del año. Hoy oscila alrededor de los 70 mil pesos. La oblea y la prueba hidráulica cuestan lo mismo que en marzo de 2020: 1.300 pesos.
Así, amortizar el costo de instalación de un equipo de GNC lleva entre ocho y nueve meses, según estiman los instaladores, aunque todo depende del uso que se le de al vehículo.
ACUSACIONES Y CRÍTICAS
Respecto de los fuertes aumentos en el precio del GNC de las últimas semanas, Zanoni apuntó a los dueños de las estaciones de servicio. “Ellos manejan los precios como quieren. Si ganan más con el GNC que con la nafta. Quieren salvar su estación de servicio destruyendo al usuario que invirtió en un equipo de GNC. Así desincentivan la industria. Hace falta una ley nacional que regule el precio del gas”, se quejó.
Por su parte, el presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (Fecac), Gabriel Bornoroni, sostuvo que el gran problema es la inflación.
“Me preocupa cualquier tipo de aumento como argentino y ciudadano. Acá el gran problema es la inflación que se está transmitiendo a todo. Y nosotros estamos en el medio. Hubo un aumento del gas en boca de pozo, pero también de la electricidad, los sueldos… Todos queremos ganar más. Pero si no hay una política de Estado que baje la inflación es imposible. Lo vemos cuando vamos al súper, a la carnicería, a la verdulería”, expresó.
El directivo destacó que con los aumentos del GNC no necesariamente suben las utilidades de los estacioneros. “Te aumenta el gas, pero también te aumentan todos los impuestos”, dijo. Y agregó: “La actualización que hubo es más o menos la que corresponde, pero para muchos no les alcanza para que le cierren los números”.
INCERTIDUMBRE
¿Habrá más aumentos? “La expectativa es que aumente lo menos posible. El GNC es un producto alternativo que tiene que ser competitivo a la nafta súper”, cerró Bornoroni.
Para el estacionero y referente del sector, Julio Kademian, “si no hay un inminente subsidio, se van a cerrar estaciones” porque “cada vez que aumenta el GNC se retraen las ventas y la oferta tiende a redimensionarse”.
“Mirá lo que sucede con la carne: si el precio aumenta, no se consume”, agregó.
Kademian sostuvo que “ni vendiendo 60 mil metros cúbicos” hoy es rentable una estación de GNC.
En una mirada más macro, el estacionero apuntó a YPF, “por donde pasa el 65 por ciento del precio del petróleo y el gas” y que aumenta los precios “para mantener a los 12 burócratas de su directorio”.
Por Joaquín Aguirre
La Voz